Siler City.- Un trabajador hispano de la procesadora de aves Pilgrim's Pride de Sanford, al este de Carolina del Norte, murió por complicaciones con el coronavirus COVID-19, luego de permanecer casi tres semanas conectado a un respirador artificial. 

Adelfo Ruiz, de 65 años y de origen mexicano, falleció el 1 de mayo, según confirmó a Qué Pasa un familiar cercano que pidió que su nombre se mantuviera en reserva.

Durante 23 años, este padre de familia que emigró a Siler City en los años 80, trabajó incansablemente para la pollera Pilgrim's Pride. Ruiz habría sido uno de los primeros casos en esa planta, cuyo brote reportó Qué Pasa el 15 de abril.

“Como desde el 7 de abril comenzó a sentirse un poco mal y a la siguiente semana fue internado en el hospital", dijo el familiar. "Le hicieron ahí la prueba del coronavirus y dio positivo".

Dos días después de su internamiento, Ruiz quien sufría de diabetes, fue conectado a un respirador artificial hasta su fallecimiento el 1 de mayo. Sus restos fueron cremados.

Hasta el momento su familia y médicos no han podido determinar las circunstancias en la que se produjo el contagio que le costó la vida a Ruiz y que se diseminó en el resto de sus parientes, quienes están a punto de acabar el periodo de cuarentena requerido por el Departamento de Salud y Recursos Humanos de Carolina del Norte (NCDHHS).

Los recientes datos del NCDHHS del 13 mayo indican que de un total de 10,679 pruebas positivas de personas que indicaron su étnia, 2,939 (28%) corresponde a personas de origen hispano. En cuanto a la cifra de muertes, la entidad de salud indica que 25 (5%) son latinos.

Trabajadores vulnerables

Ruiz era uno de los miles de trabajadores esenciales de procesadoras de alimentos que son vulnerables a contraer la enfermedad.

La semana pasada varias organizaciones de defensa de los derechos de los trabajadores agrícolas e inmigrantes hicieron un llamamiento a los líderes estatales a tomar medidas para contener la propagación del COVID-19 en las procesadoras de alimentos del estado y exigir la protección de sus trabajadores.

En una carta enviada el 8 de mayo al gobernador, Roy Cooper, a la secretaria del Departamento de Salud y Servicios Humanos, Mandy Cohen, a la comisionada de Trabajo, Cherie Berry, además de a los Departamentos de Agricultura y Seguridad de Carolina del Norte, el grupo de organizaciones pidió la promulgación de normas que obliguen a los empleadores a garantizar la seguridad de sus trabajadores frente al contagio.

Hasta la fecha,  se han reportado cerca de 800 casos confirmados de coronavirus en al menos 19 plantas procesadoras de carne y aves de corral de Carolina del Norte, entre las que se encuentran Case Farms, Mountaire Farms y Smithfield Farms, entre otras. En general, los trabajadores hispanos y los afroamericanos son los más afectados por la pandemia, según informaba el grupo de organizaciones en rueda de prensa.

Tomar en serio la enfermedad

A pesar de dolor que siente, la familia de Ruiz quiere que la comunidad latina tome en serio la enfermedad que hasta el momento ha causado la muerte de más de 600 personas  y casi 16 mil contagios en Carolina del Norte.

"Ojalá no tengan que pasar en carne propia para que puedan creer (en el coronavirus). Por que es difícil para quienes se enferman”, dijo el pariente de Ruiz.

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