Charlotte.-  La organización filantrópica LAWA, Latinoamericanos Trabajando por Logros, conocida previamente como Asociación de Mujeres Latinoamericanas de Charlotte, está ingresando a una nueva etapa de su existencia, que anticipa parabienes.

Recientemente, apenas en febrero, LAWA nombró una nueva directora ejecutiva, tras casi una década de mantener en las riendas de la organización a la peruana Violeta Moser, quien consolidó a la entidad como el puntal de la entrega de becas para los estudiantes hispanos que cursan estudios superiores en Charlotte.

La nueva directora ejecutiva es Marili Alvarado, una mexicoamericana, nacida en la Florida, pero criada en la era de los milenios en Carolina del Norte.
“Soy chicana. Mis padres eran trabajadores del campo migrantes, oriundos de México, que viajaban entre la Florida y Carolina del Norte, y cuando me tuvieron a mí, decidieron establecerse cerca de Winston-Salem”, cuenta entre risas, Alvarado, quien vivió su niñez y su adolescencia en la Triada.

Su descubrimiento de la ciudad grande fue Charlotte, cuando se vino a estudiar a la Universidad de Queens, en 2008. “Me enamoré de la ciudad, me enamoré de la universidad”.
En Queens, Alvarado se graduó, en sus estudios regulares, administración de negocios y español con el honor de ser una Cum Laude.

En ese tiempo, entre 2008 y 2011, no solo formó parte de la organización de estudiantes hispanos LASO, son que se involucró como tutora de LAWA, en la Escuela Elemental Mary Oaks.
Además, estuvo colaborando con el Consulado Honorario de México, que encabeza Wayne Cooper.

Pero como Carolina del Norte, le había quedado pequeña se fue primero a China, por unos meses y después a Inglaterra. Allá, en el Reino Unido, obtuvo una maestría en la Universidad de Durham, un centro de educación superior fundado en 1832.

De regreso a Estados Unidos, se vinculó en Washington DC al Centro para el Estudio de la Presidencia y el Congreso (CSPC) y estuvo trabajando como educadora en la escuela charter LAYC.
Su reto ahora es llevar a LAWA a otro nivel, construir sobre el campo abonado en los años de la segunda década del siglo 21. “Avanzaremos en dar acceso a la educación posecundaria”, dijo Alvarado. “Buscaremos calidad”, agregó.

LAWA nació en 1992, por iniciativa de la peruana Cecilia Montero con la colaboración de la ecuatoriana Olga Parra, la española Carmen Hilton, la cubana Sara Wolf y la colombiana Cecilia Ramírez.

LAWA cuenta con un centenar de miembros activos, de los cuales aproximadamente 10 por ciento son hombres. Una veintena de empresas privadas han estado contribuyendo con la organización, que destina el 75 por ciento de sus entradas a los programas educacionales y culturales.

La organización Latinos Trabajando por Logros (LAWA) y la nueva,  flamante, directora ejecutiva, Marili Alvarado tienen aproximadamente el mismo tiempo de existencia.