Barcelona, 2 jul (EFE).- Blanco Portillo interpreta a una mujer que rebusca en el pasado del gueto de Varsovia en "El cartógafo", una obra que reivindica la memoria porque "del pasado fallido puede salir la luz", según ha dicho este martes Juan Mayorga, autor y director del montaje que mañana miércoles llega al Teatro Goya de Barcelona.

La pieza, que fue estrenada en 2016 y durante estos años se ha representado en varias ciudades de España, Costa Rica, México y Alemania, aterriza en Barcelona dentro del Festival Grec con el texto "un poco cambiado", porque "es una obra que habla del tiempo y es el propio tiempo quien la reescribe", según Mayorga.

"Hemos tardado en llegar a Barcelona, pero finalmente estamos aquí", ha dicho Blanca Portillo, contenta de poder representar la obra durante tres semanas, antes de "poner la guinda al pastel" y estrenar en Varsovia, la ciudad donde empezó todo.

"El cartógrafo" nació en la capital de Polonia durante un viaje de Mayorga, en el que, paseando por la ciudad, se topó por casualidad con una exposición de fotografías de la vida en el gueto judío durante la II Guerra Mundial.

Cada imagen iba acompañada de un pie de foto que indicaba dónde había sido tomada, así que el dramaturgo situó las calles en su mapa de turista y fue en su busca.

Una búsqueda parecida es la que lleva a la protagonista de la obra a recorrer las calles de Varsovia e ir cartografiando lugares donde han pasado cosas horribles que las reformas urbanísticas han intentado borrar.

Un viaje histórico que acaba llevándola a su propia historia personal y que conecta con otras muchas historias.

"Hay un momento que la protagonista le pregunta a su marido, un español que trabaja en la embajada de Varsovia, qué pasaría si un extranjero buscara por una ciudad española los restos de nuestro pasado -ha apuntado el director-, por lo tanto, hay menciones a nuestra memoria histórica y a todo lo que hemos olvidado, pero no hay sermones".

"Cada espectador ve en esta historia una cosa distinta. En cada lugar resuena un tema distinto y estamos deseando ver cómo recibe la obra el público de Barcelona", ha añadido.

José Luis García-Pérez interpreta al marido del personaje de Blanca Portillo, que también se llama Blanca, y a otros siete hombres de diferentes épocas y edades, entre ellos un anciano cartógrafo que vive dentro del gueto y se empeña en realizar un mapa del confinamiento con la ayuda de su nieta, "en un esfuerzo por custodiar las experiencias y por mostrar a la pequeña la importancia de la transmisión", según Mayorga.

Blanca Portillo interpreta a esta nieta y a otros tres personajes, en un obra por la que transitan 14 almas a lo largo de 80 años.

"Nosotros construimos los personajes con lo esencial y debe ser el espectador quien acabe de crearlos con su imaginación -ha dicho Portillo-, de la misma manera que la obra tampoco da todos los datos, sino que marca unos puntos, como en un mapa, y el público tiene que ser parte activa y recorrerlos".

Este mismo concepto recorre la escenografía y el vestuario, sencillos y monocromos, que dejan espacio a la mirada externa, que debe ser la que vista calce a los personajes.

"Algunos creen que mirar hacia atrás evita avanzar -ha afirmado Portillo-, nosotros creemos todo lo contrario, que hay que mirar hacia atrás para poder avanzar".

"Nuestra voluntad es combatir el olvido, que no sea la muerte quien diga la última palabra", ha rematado Mayorga.

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