Jerusalén, 13 feb (EFE).- El joven cantante Kobi Marimi será el representante de Israel en el festival de Eurovisión tras ganar anoche el concurso para elegir a la cara visible del país en el evento, que se celebrará el próximo mayo en Tel Aviv.

Marimi, de 27 años, se hizo con una victoria holgada por encima de los otros tres finalistas gracias al voto del público y de los jueces, con la interpretación del clásico de los Beatles "Let it be", informó el digital local Times of Israel.

Un comité de la emisora pública israelí Kan, encargada de organizar el evento, escogerá la canción que interpretará en la competición en las próximas dos semanas.

Kan felicitó a Marimi y le deseó que siguiera los pases de su predecesora, Neta Barzilai, vencedora de Eurovisión 2018 con la canción "Toy", que dio a su país la oportunidad de convertirse de nuevo en anfitrión del festival tras dos ediciones en Jerusalén en 1979 y 1999.

"Estamos trabajando día y noche para hacer del próximo Eurovisión el evento más espectacular que se haya realizado nunca en la historia de la competición y de Israel", dijo Kan en un comunicado citado por Times of Israel.

Las preparaciones siguen con intensidad en Israel a tres meses del festival, mientras siguen surgiendo cuestiones que generan polémica.

Hace una semana, la banda musical Shalvá, formada por jóvenes israelíes con distintas discapacidades, y que era favorita en todas las encuestas para representar al país en mayo, abandonó el concurso tras negarse a actuar en Shabat, jornada sagrada de descanso judía.

Además, más de 60 grupos de todo el mundo de lesbianas, gais, bisexuales y transgénero (LGTB+) condenaron a finales de enero el uso que consideran que hace Israel de Eurovisión, con fuerte apoyo de este colectivo, y pidieron boicotear el evento de este año por su política hacia los palestinos.

La petición, iniciada por los grupos LGTB+ palestinos "al-Qaws", "Pinkwatching Israel" y "Aswat (Centro feminista palestino para las libertades sexuales y de género)" incluye apoyos de Honduras, España, Reino Unido, Portugal y Estado Unidos, entre otros, y está ligado al Movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS).

Todo esto se suma al reclamo de numerosos artistas locales e internacionales, incluidos el músico Roger Waters o el director de cine Kean Loach, que siguen pidiendo que no se celebre el festival en el país.