Edimburgo, 8 jul (EFE).- Las letras borrosas y antiguos grabados que aparecen al rascar algunas capas de pintura conforman la nueva tendencia en diseño de los comercios de Edimburgo. Los conocidos como "Ghost signs" no solo aportan un aire retro a las fachadas, sino que preservan la historia de la capital escocesa.

Muchos negocios que renuevan sus instalaciones se encuentran con antiguos letreros, generalmente pintados a mano, que les informan de que su zapatería era antes una tienda de lácteos o su bar una panadería, y deciden mantenerlos por el carácter singular que confieren.

Basta darse una vuelta por Edimburgo, cuyo centro histórico es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, para comprobar como estos antiguos letreros aparecen en calles destacadas como la Royal Mile, pero también en todo tipo de edificios como fábricas, viviendas y comercios que ahora han decidido ponerlos en valor.

A principios de año, justo antes de que la aparición del brote de COVID-19 en marzo pusiera a todo el Reino Unido en confinamiento, los propietarios del Artisan Coffee, una acogedora y menuda cafetería ubicada en el barrio de Leith, decidieron renovar su local y, al retirar los paneles que cubrían la fachada, descubrieron un letrero del 1850 en muy buen estado de conservación.

"Cuando empezamos la renovación y la gente pasaba por delante nos preguntaba si íbamos a mantenerlo, así que hicimos una encuesta en Instagram para saber qué querían los clientes y la mayoría contestó que lo mantuviésemos", cuenta a Efe la propietaria, Lynsey Bozkurt.

Destaca que su primer impulso fue pensar en esconderlo, ya que temió que el gran letrero en que figura el propósito del antiguo negocio, "Art Dyers P & R Hay Dry Cleaners", pudiera confundir a los transeúntes y que, en lugar de pararse a por un café, pensaran que estaban ante una tintorería.

"Al principio pensé que podría ser confuso y que debíamos cubrirlo, pero cuando todo el mundo dijo que querían que lo mantuviésemos, decidimos hacerlo", añadió Bozkurt.

Su solución fue situar un rótulo circular que indica el nombre del café sobre el dintel de la puerta y deja a la vista la gran obra de arte que descubrieron sin pretenderlo y que decidieron conservar bajo la convicción de que este tipo de historia mural pertenece al vecindario.

Tan solo unos metros más arriba del Artisan, en la misma Leith Walk, la artería principal del barrio, varias letras que forman un rótulo semicircular sobre la pared de un edificio, ahora de viviendas, recuerdan que antaño fue el taller de un sastre con "trajes para señores y señoras".

Lo mismo pasa en una calle cercana, Bothwell Street, donde un gran letrero en la parte superior de un bloque de pisos revela que allí se ubicaba la imprenta "Andrew Whyte e hijos".

Leila Kean es la creadora de la página de Facebook "Edinburgh Ghost Signs", en la que recopila las fotografías de los letreros escondidos que van apareciendo en la ciudad, gracias a las aportaciones de los usuarios y las pequeñas investigaciones que realiza.

El objetivo de esta "veterana cazadora de letreros fantasma", como ella misma se define en una entrevista con Efe, es "documentar" la existencia de estas obras de arte, algunas con más de cien años de antigüedad, para lo que ha creado una amplia comunidad de interesados.

"A todo el mundo le gusta un poco de nostalgia e ir a la caza de letreros fantasma en Edimburgo ¡definitivamente tiene mucho de ello! Actualmente, nuestra página tiene algo menos de 5.500 seguidores y es maravilloso ver el entusiasmo y la dedicación cuando alguien descubre algo nuevo. Conseguimos que muchas personas aporten fotos y siempre se genera algún tipo de conversación o curiosidad", afirma esta edimburguesa, especialista en creación de contenido e imagen de marca.

Kean considera que, en los últimos años, ha renacido el interés por preservar este tipo de patrimonio, ya que existe "una mayor conciencia del mérito social y artístico de mantener e incluso restaurar cuidadosamente las rotulaciones antiguas a medida que se descubren durante las obras de renovación".

"Hemos visto algunos ejemplos sorprendentes descubiertos en los últimos seis meses (en Forrest Road, Leith Walk y Victoria Street) y la gran noticia es que sabemos que al menos los dos primeros negocios tienen la intención de mantener las joyas descubiertas como parte de su estética exterior", indicó.

El descubrimiento hecho en la céntrica Forrest Road al que se refiere Kean es la espectacular pintura que recubría la fachada de una antigua sucursal del Royal Bank of Scotland, desde marzo convertida en el restaurante italiano Paolozzi.

El dueño de este negocio, Gino Stornaiuolo, explica a Efe que no dudó en mantener los restos de pintura verde que afloraron sobre las cinco arcadas con finas columnas corintias que conforman la entrada del local.

En esa magnífica fachada destaca sobre todo el letrero "Surgical Instrument Makers", que data de finales del 1800, cuando era un negocio familiar que vendía instrumental quirúrgico como herramientas para realizar amputaciones, a pocos metros de la Universidad de Ediumburgo.

Para el responsable de este local, el hallazgo es "una obra de arte en sí misma, un gran guiño a la historia médica y científica de la zona y a Paolozzi, el hombre en el que casaban lo antiguo y lo moderno".

La cervecería escocesa Paolozzi, que distribuye su producto por todo el Reino Unido, recibe su nombre del artista escocés Eduardo Paolozzi (1924-2005), hijo de inmigrantes italianos, que se definía como surrealista y que es considerado uno de los precursores del Pop Art británico de los años sesenta.

Según Kean, la pasión por revivir estas antiguas muestras de arte es un "fenómeno global" que merece la pena fomentar para conocer no solo la historia de un lugar concreto, sino también cómo han evolucionado las técnicas de mercadotecnia.

"Hay mucho por lo que estar interesado bien sea por el pasado de un vecindario o de un edificio, del arte creativo de la rotulación o simplemente para conocer la evolución de las marcas y el marketing a través de las décadas", apunta esta ya experta en la materia.

Su deseo es que los perfiles de "Edinburgh Ghost Signs" en redes sociales sigan recibiendo la aportación de todos aquellos que aprecian las brillantes obras de arte que se encuentran medio escondidas en casi cada calle de esta histórica ciudad.

"Edimburgo es conocida por su herencia cultural, por lo que creo que ver 'ejemplos vivos' de antiguos oficios y negocios en ella ayuda a mantener vivo este patrimonio tanto para visitantes como para residentes", enfatiza Kean.

Remei Calabuig

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