Pharr (EE.UU), 2 mar (EFE).- Primero fue contra los españoles, luego contra los mexicanos y después contra los propios texanos. Para la tribu Carrizo Comecrudo, la lucha lleva ya más de 500 años y ahora es contra el presidente de EE.UU., Donald Trump, y una de sus principales promesas electorales, el muro en la frontera con México.

Los Carrizo Comecrudo, como los denominaron españoles y mexicanos, han vivido desde hace cinco siglos a ambos lados de la frontera, pero en la actualidad ven amenazadas sus tierras por el trazado de una valla que ni siquiera respeta el linde entre ambos países, ya que se adentra unos kilómetros en el lado estadounidense.

El presidente de la tribu, Juan Mancías, de gran corpulencia y larga cabellera que no permiten adivinar sus 66 años, lidera desde un pequeño terreno perdido en la inmensidad de Texas, en la zona de Pharr, un campamento que se ha convertido en objeto de sus disputas con las autoridades del país y en símbolo de su resistencia pacífica.

UN MURO QUE NO ESTÁ EN LA FRONTERA

Esta parcela, situada a 1,9 kilómetros de la frontera, puede acabar en tierra de nadie con la instalación de los barrotes de hierro que componen el muro de Trump, ya que quedaría entre México y el muro, si se impone la tesis de la Casa Blanca de mover la valla unas millas hacia el interior de EE.UU.

La misma suerte correrían las plantaciones ubicadas en sus alrededores, en algunas de las cuales se observan casas que lucen casi abandonadas.

"Están creando este lugar que están nombrando 'No man's land', la tierra de nadie, y lo que están haciendo es que aquí no más van a tener una clase de ley y es la ley de Homeland Security (de Seguridad Nacional)", denuncia Mancías, mientras observa el terreno.

La extensión del muro fronterizo es la propuesta estrella de Trump frente a la inmigración ilegal, uno de los temas más sonados en esta época de elecciones en EE.UU.

Los demócratas, inmersos en unas primarias para elegir al candidato que se enfrente a Trump en los comicios de noviembre próximo, critican esta iniciativa del presidente, que busca el aplauso de su electorado con un discurso y políticas antiinmigración.

Para el proyecto de la valla han sido suspendidas al menos 28 leyes, en lo que los Carrizo Comecrudo ven como un ataque directo contra su propia esencia, identidad y cultura como nativos americanos.

El nombre de Carrizo se lo atribuyeron los españoles, debido a sus viviendas elaboradas con troncos de madera y barro, y Comecrudo porque consumían -y aún lo hacen- riñones e hígado sin cocinar durante sus celebraciones.

Se calcula que podría haber unos 2.600 nativos que se reconocen como Carrizo Comecrudo, aunque su número podría llegar a unos 10.000.

LUGAR SAGRADO

La imponente presencia de Mancías y el encendido del fuego infunden al campamento, compuesto por algunas carpas, sillas, banderas y varios carteles, una energía que evoca la vida ancestral de este pueblo, cuyos dominios se extienden desde este punto próximo a México hasta las ciudades texanas de Houston, Corpus Christi y El Paso.

El campamento de la resistencia está al lado del cementerio Eli Jackson, bautizado así en honor a quien lo fundó en 1865. Un camposanto donde sigue en pie una veintena de lápidas y estatuas que identifican las tumbas de veteranos de guerra, familiares de los Jackson y vecinos de la zona.

El muro de Trump no respeta ni a los muertos, que también quedarían en esa tierra de nadie si llega a construirse.

Esta es una batalla de David contra Goliat, pero Mancías no se amedrenta: "Nosotros no nos vencemos tan fácil".

La idea de erigir un muro que separe EE.UU. de México no es nueva, pero sí la apuesta de extenderlo hacia ciertas áreas donde no existía. "Comenzó con el presidente (Bill) Clinton y luego (George W) Bush, y luego (Barack) Obama también puso un pedazo del muro que está para allá para Brownsville".

UN MURO PLAGADO DE PEROS

De las muchas objeciones a la barrera que de forma discontinua aparece y desaparece a lo largo de la frontera entre Texas y México, una de las principales es el origen de los fondos para su construcción.

"La idea del muro es una cosa que está hecha de puras mentiras -opina Mancías-, porque él (Trump) prometió que México iba a pagar por ella y luego también que iba a estar en la frontera. Y aquí son dos mentiras: la mentira que (el muro) no está en la frontera y que México no está pagando por él".

Y es que si en algo se ha empeñado Trump en sus tres años de gestión es en conseguir recursos para su valla, lo que ha supuesto una lucha contra los demócratas en el Congreso y contra distintas organizaciones que han acudido a la vía judicial.

En el plan de gasto federal para el año fiscal 2021, que comienza en octubre, la Administración ha dispuesto 2.000 millones de dólares para la construcción del muro fronterizo con México.

Recientemente se conoció que el presidente desviará 3.800 millones de dólares más de fondos del Pentágono para este proyecto, lo que ha motivado una demanda de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, en inglés), el Club Sierra y la Coalición de Comunidades de la Frontera Sur.

La promesa de Trump es construir más de 805 kilómetros de muro para principios del próximo año: Hasta ahora han sido terminados 202,7 kilómetros, 342 están en construcción y 666 se encuentran en etapa de preconstrucción.

MÁS DE 500 AÑOS

Acostumbrados a la lucha de largo aliento, los Carrizo Comecrudo descartan trasladarse a otro lugar.

"Nos pueden ignorar todo lo quieran, pero nosotros vamos a ser como una astilla en un lado de ellos", augura Mancías ante una disputa que ve más como una cuestión de tiempo que de fuerza.

Por ahora una de sus armas es ir a votar y el jefe tribal anima a los suyos a hacerlo.

"Yo le digo a mucha de nuestra gente que no ha votado que salga a votar, que pare la ignorancia porque la ignorancia es el enemigo, la ignorancia es lo que nos hace tener más inseguridades y crece más miedo y más intimidación".

"Nos están quitando el aire, nos están quitando el agua, nos están quitando la tierra y nos están quitando nuestro espíritu, pero nosotros no nos vencemos tan fácil así".

Laura Barros

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