La Paz (México), 7 ene (EFE).- La artesanal pesca de la langosta roja se ha convertido en un motor económico para el noroccidental estado mexicano de Baja California Sur, donde esta temporada esperan superar la producción de 1.300 toneladas del 2017.

"Esta temporada 2018-2019 que inició a principios del mes de septiembre ha sido positiva y promete superar la producción de 1.300 toneladas del crustáceo que se generaron en el 2017", dijo hoy a Efe el secretario de Pesca, Acuacultura y Desarrollo Agropecuario del estado, Andrés Córdova.

Baja California Sur es el estado con más litorales de México y un gran productor y exportador de langosta roja a Europa, Asia y Norteamérica, donde se vende este manjar que produce alrededor de 300 millones de pesos (unos 15,5 millones de dólares) al sector pesquero al año.

La pesquería de langosta roja es una de las más antiguas del país y se caracteriza por ser artesanal, pues se tienen registros de producción de finales del siglo XIX.

La pesca dado sustento a decenas de familias de la costa oeste de la Península de Baja California, en donde trabajan equipos langosteros pertenecientes a 38 organizaciones.

De estas, 30 son sociedades cooperativas de producción pesqueras, 7 de producción rural y una persona física.

Cada embarcación revisa de 80 a 90 jaulas diarias, midiendo los organismos uno por uno para asegurar que las langostas cumplan con la talla mínima establecida de 82.5 mm de cefalotórax (cabeza).

Y las que resultan de menor dimensión son regresadas al mar.

La langosta del Pacífico sudcaliforniano cuenta con la denominación de calidad 'Marine Stewardship Council', que la acredita como pesquería sustentable.

Asimismo, es tratada con sumo cuidado y calidad higiénica para que llegue fresca y viva a su destino, aseguraron fuentes del sector.

En el empaque es revisada y alimentada para que tome fuerza y puedan resistir de buena forma el viaje.

"Este paso es el más importante debido a que de él depende la calidad de la langosta y que la sigan comprando en todas partes del mundo", apuntó a Efe Ezequiel González, encargado de la planta de producción en Puerto San Carlos.

Alejandro Tirado, presidente de la Federación de Cooperativas Pesqueras (Fedecoop) del municipio de La Paz, capital estatal, aseguró que esta es una buena temporada para el sector.

Ello a pesar de que el clima no ha permitido trabajar de forma seguida a los pescadores.

"Los días que han sido propicios los resultados han sido favorables y esperan que para los próximos mejore el temporal y puedan obtener mayores dividendos, que ya sobrepasan los del 2017", apuntó.

Las langostas son trasladadas vía terrestre a la ciudad de Ensenada, en Baja California, donde es exportada en avión a California para su distribución a países como China, Hong Kong, Vietnam, Singapur.

Y en menor proporción, a países europeos como Italia, Francia y España.

La temporada finalizará el día 15 de mayo del 2019 por lo que se tienen buenas expectativas para los próximos meses.

El precio al mercado internacional oscila entre los 52 y 54 dólares, mientras que el consumidor local puede comprar entre 500 y 700 pesos el kilogramo, detalló Córdova.

La langosta roja (Panulirus interruptus) es una especie endémica de la costa californiana que se sirve en restaurantes de lujo alrededor del mundo. Generalmente mide unos 30 centímetros, aunque puede llegar a los 60 centímetros y pesar 12 kilogramos.

Los adultos de la especie son nocturnos y migratorios, que viven entre las rocas a profundidades de hasta 65 metros y se alimentan de erizos de mar, almejas, mejillones y gusanos.