Como propietario de un negocio, empleado o miembro de la comunidad, hay algunas cosas importantes que debe saber sobre la Ley de Estadounidenses con Discapacidades (ADA, por sus siglas en inglés) cuando se trata de animales de servicio. De acuerdo con la ley de Carolina del Norte y con la ADA federal, las personas con discapacidades pueden llevar a sus animales de servicio a todos los “establecimientos públicos” como restaurantes, museos, hoteles y tiendas.

Según la ADA, los animales de servicio se definen como “un perro entrenado individualmente para trabajar o realizar tareas en beneficio de una persona con discapacidad y se distinguen expresamente de las mascotas por la función que desempeñan”. En Carolina del Norte, esta ley también se aplica a los animales que se están entrenando para convertirse en animales de servicio, otorgándoles a ellos y a sus dueños los mismos derechos que tienen las personas con discapacidades que usan un animal de servicio. Los perros cuya única función es brindar confort o apoyo emocional a un individuo, no califican como animales de servicio según la ADA.

Cuando un animal de servicio ingresa a un establecimiento, solo hay dos cosas aceptables que la administración le puede preguntar al propietario del animal:

  1. ¿Este es un Animal de Servicio requerido para una discapacidad?
  2. ¿Cuál es la tarea o trabajo relacionado con la discapacidad del individuo que el animal  ha sido entrenado para realizar?

No es obligatorio que el animal de servicio use equipo especial o que tenga identificación. Es posible que los dueños de los animales lleven documentos de identificación o que algunos animales usen arneses debido a la naturaleza de su trabajo, pero NO se requiere que lo hagan. El personal del establecimiento  no puede determinar si el animal es necesario o no y tampoco pueden pedirle al cliente que presente documentación, que haga que el animal realice una tarea o que le pregunten al cliente sobre su discapacidad. El animal debe ser aceptado a menos que muestre un comportamiento rebelde o agresivo, que haga sus necesidades en un lugar inapropiado o si su dueño no lo controla. Un animal de servicio generalmente no se comporta en público como se comportaría una mascota que no ha sido entrenada. Un animal entrenado se ve tranquilo y cómodo y generalmente se sienta, se para o se acuesta en silencio junto a su dueño, aunque también puede espe-rarse que le dé una alerta a su dueño.

Los animales de servicio no son mascotas. Las reglas sanitarias de NC con respecto a los establecimientos de alimentos SÓLO permiten a animales de servicio dentro del establecimiento. Con respecto a las mascotas en general, los establecimientos pueden elegir si permiten que estas estén en sus áreas con asientos al aire libre. Las mascotas deben estar con una correa, no pueden entrar al restaurante y no pueden entrar en contacto con los empleados que preparan comida o con artículos para el servicio de alimentos.